domingo, 25 de agosto de 2019

CAMINO A LA METACOGNICIÓN



               LA DELICADA TAREA DE EVALUAR

De nuevo por aquí…

Creo que ninguno de nosotros podemos negar la necesidad de reflexionar sobre los propios saberes y la forma en que se producen. La metacognición requiere saber qué se quiere conseguir (objetivos) y saber cómo se lo consigue (autorregulación).




Alguna vez leí que la metacognición es el camino para aprender a aprender y creo que es la definición más acertada. Según Glaser (1994), la metacognición es una de las áreas de investigación que más ha contribuido a la configuración de las nuevas concepciones del aprendizaje y de la instrucción. A medida que se han ido imponiendo las concepciones constructivistas del aprendizaje, se ha ido atribuyendo un papel creciente a la conciencia que tiene el sujeto y a la regulación que ejerce sobre su propio aprendizaje.

Con respecto a este módulo 3 puedo agregar que descubrí que las cosas no son “NI BLANCO NI NEGRO”. Las evidencias que recogemos de nuestros alumnos con las herramientas de evaluación no pueden ser ni blancas ni negras. De igual modo, los resultados esperados, no son ni blancos ni negros. Las rúbricas me ayudan en todo momento a visualizar el trayecto que mis estudiantes van haciendo, el camino que toman, los atajos, que muchas veces tienen tonos grises por encontrarse en pleno proceso.

Lo mejor de todo es que las rúbricas en evaluación son un elemento acorde con la visión de competencias. Aunque ya hace muchos años que las utilizo en los distintos niveles donde trabajo y con distintos protagonistas, éste módulo me enseñó a seguir apostando por ellas, sobre todo por su valor formativo, por ayudar a guiar el proceso de aprendizaje y también por el valor que tiene construirla.

 Si utilizamos los instrumentos adecuados que ayuden a identificar y a compartir los criterios utilizados para evaluar los aprendizajes de los estudiantes, haremos que la tarea, para nosotros y para ellos, sea más gratificante y menos tensa. Para ello aprendí que el docente: 
  • Comparta con sus estudiantes, en forma explícita, clara y comprensible, las expectativas de aprendizaje y los criterios de evaluación.
  • Defina los niveles de calidad de cada uno de los desempeños de los estudiantes, tanto referidos a sus procesos de aprendizaje como a sus producciones, para promover el desarrollo de habilidades metacognitivas.
  • Recoja evidencias que permitan identificar el nivel de desempeño de cada estudiante a través del diseño de actividades e instrumentos pertinentes.
  • Explicite cómo se reflejarán las informaciones recogidas al momento de calificar a los estudiantes.

Como ya les comenté, desde hace ya muchos años que utilizo rúbricas para la instancia de evaluación, y uno de los motivos aparte de los mencionados es también porque tienen un impacto directo con la autorregulación, herramienta fundamental para que nuestros estudiantes alcancen con éxito sus propósitos educativos.

Este módulo me refrescó la idea fundamental de  compartir los criterios de evaluación con mis estudiantes antes de ser evaluados. Una de las dificultades tradicionales asociadas a los procesos de evaluación ha sido el desconocimiento de los criterios, que ha llevado a los estudiantes a percibir la evaluación como un suceso arbitrario e incluso azaroso (Salinas, 2002). Con los criterios de evaluación bien claros y precisos y compartidos a nuestros alumnos, orientamos a nuestros estudiantes hacia el desarrollo de sus capacidades autónomas.

¿Pero qué pasa con las rúbricas cuando están asociadas a la evaluación de componentes digitales? A mi humilde entender  la utilización de las e-rúbricas son muy positivas no sólo para evaluar a los estudiantes, si no para co evaluar, autoevaluarse y evaluar el material digital. En el caso particular de mi asignatura, Inglés, además son eficaces para la observación de indicadores de la productividad, y sobre todo, de las destrezas lingüísticas en producción oral y escrita.



¿Sinceridad o sincericidio? (parte de la metacognición)

Dejo para el final el comentario que el tema de las rúbricas no me resultó nada nuevo. Es más, muchas instituciones donde he trabajado o trabajo "obligan" o "invitan a evaluar" con rúbricas. A lo largo de mis años como docente he construido rúbricas de todos los tipos y colores, para contextos variados y para momentos diferentes. En el Profesorado de Inglés además oriento a mis estudiantes para la confección de las mismas y en las p´racticas las evalúo mediante rúbricas. Hace años también que trabajo con competencias, por lo que soy una convencida que rúbricas y competencias pueden caminar de la mano. Sin embargo, valoro de éste módulo que me trajo a  la memoria la imperiosa necesidad de compartir los criterios a evaluar en todo  momento que las utilicemos.


Un placer seguir transitando este camino.
Buena semana para todos.
Verónica

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